El regalo que no te daré...

Te había comprado un regalo; aún está envuelto en papel de regalo sobre mi escritorio. No quería dártelo porque se acercara la navidad, porque sé que para ti esa celebración no tiene sentido, quería dártelo simplemente porque me hizo pensar en ti. Cada noche lo veo y cada vez pienso en que ya no te lo entregaré. Una de las razones es porque ya no te veo.. y la otra, porque por alguna razón siento que el motivo que originó en mí el deseo profundo de obsequiártelo ha desaparecido.
Pensaba contarte cómo se me había ocurrido comprarlo, cómo a partir de un sueño había decidido buscarlo y cuánto me había costado encontrarlo. Porque similares encontré muchos, pero no el que yo quería encontrar, no el que tenía grabado en mi mente. No podía encontrar ese globo de nieve que se regalaba en navidad... esos con nieve de plumavit, como la nieve de verdad y no esos que vienen ahora con escarcha brillante...., esos globitos de colección, esos que yo solía tener cuando pequeña y que rompí...
Pensaba contarte las veces en que en las tiendas me miraron con cara extraña porque al parecer nunca en su vida habían escuchado de estos famosos domos, globos o esferas de nieve; o las veces en que me dijeron que no encontraría porque ya no los hacían como antes, con nieve. Pero lo encontré y cuando lo hice me sentí feliz.


Creo que fue ese día..., ese día en que por primera vez me sentí incómoda a tu lado en que la ilusión comenzó a desmoronarse... no lo sé.

Ya dejé de buscarte en mis sueños... tal vez es tiempo de que deje de buscarte en el mundo real.


This entry was posted on 12:08 p. m. and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

1 comentarios:

    Unknown dijo...

    Ucha Karina...
    kizá será la época o no sé qué...
    donde uno se pone más realista...
    América se vuelve algo cada vez menos interesante, cada vez una tierra que no es lo que prometía y ni el continente ni mi querida isla, si bien esta última ha logrado convertirse en el motivo de mis sueños, alegrías y desvelos, logran competir con esa fuerza que está volviendo mi corazón cada vez más insensible, cada vez más inhumano, cada vez más ajeno a aquello que se estaba acercando cuando America se vislumbró a lo lejos y que muchas veces mal confundí con cariño...

    No siempre es malo dejar de soñar.

    Ánimo, estoy segura de que a ambas se nos tiene preparado algo mejor que América.

  1. ... on 4:17 p. m.